miércoles, 19 de marzo de 2008

Ciencia, ¿para qué?

por Martín Bonfil Olivera
Publicado en Milenio Diario, 19 de marzo de 2008

Ayer 18 de marzo, la expropiación petrolera que dio origen a Pemex cumplió 70 años.

En 1938, el país entero se unificó para defender su patrimonio y hacer lo necesario para aprovechar nuestra riqueza petrolera. Se reconoció que, si no teníamos la capacidad científica y técnica para manejar la industria petrolera, había que desarrollarla. La Escuela Nacional de Química Industrial (fundada en 1916, hoy Facultad de Química de la UNAM) aportó los primeros ingenieros químicos, que se multiplicaron cuando la carrera se abrió también en el Instituto Politécnico Nacional, creado en 1936 para contribuir al ideal cardenista de reconstrucción nacional.

La expropiación fue un reto mayúsculo para los ingenieros químicos mexicanos. Hubo accidentes, fracasos y mucho aprendizaje. Pero el conocimiento del que se carecía se desarrolló, fortaleciendo la industria petroquímica y logrando que el petróleo llegara a ser la principal fuente de ingresos del país. En 1965, y para seguir contribuyendo a la investigación básica y aplicada relacionadas con la extracción y refinación, se creó el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) como un “organismo descentralizado de interés público y preponderantemente científico, técnico, educativo y cultural”, cuya función sería “buscar la independencia científica y tecnológica en el área petrolera”.

¿Qué panorama tenemos hoy? Más allá de los graves problemas de corrupción e ineficiencia sindical, burocrática, hacendaria y legislativa, vemos que el proyecto del IMP ha sido abandonado, al igual que la investigación científica y tecnológica petrolera de avanzada. Un día logramos ponernos al nivel mundial. Hoy el discurso oficial es de fracaso adelantado: en vez de desarrollar tecnología propia, se nos presenta como única alternativa recurrir a la extranjera. Y se plantea que para ello hay que hipotecar la riqueza petrolera.

¿Podría ser diferente si invirtiéramos en la misma ciencia y tecnología que permiten que otros países sean hoy los que venden, dominan y se enriquecen? No lo sabremos a menos que haya un cambio drástico de rumbo.

Mientras tanto, la presencia de estudiantes en un campamento guerrillero da pie para que se lance un ataque despiadado contra la UNAM y en general contra la educación pública. No sólo no entendemos para qué sirve la ciencia, ni sabemos utilizarla: hoy la despreciamos. Si seguimos así, un triste destino nos espera.

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2 comentarios:

Netza dijo...

Hola,

Comparto tu punto de vista al desarrollo de la ciencia en México, es obvio que capacidad la tenemos, pero el descuido hacia ella crece y crece. No solo el descuido institucional la afectado mucho, sino también el desinterés general y el excluirla de la cultura general del ciudadano.

Tengo un escrito que tal vez te agrade,
http://ciencias.jornada.com.mx/investigacion/ciencias-sociales-y-humanas/investigacion/el-corrido-del-mexico-sin-saber/

Y no olvides pasar por mi blog, www.ciencia-hoy.blogspot.com

Saludos,
Joel

Martín Bonfil Olivera dijo...

¡Buenisimo el corrido! Igual que el blog... ¡Saludos!
martín