miércoles, 17 de septiembre de 2008

¡El tamaño sí importa!

por Martín Bonfil Olivera
Publicado en
Milenio Diario, 17 de septiembre de 2008

Mi repudio y desprecio a los asesinos del pueblo que,
en Morelia, sólo quería celebrar a la Patria

Si de celulares se trata, lo pequeño es mejor. En cambio, si hablamos de seres vivos, parece no haber reglas. De bacterias microscópicas a monstruosos dinosaurios, las especies vienen en todas las tallas.

Pero a los científicos el desorden les molesta, y buscan patrones. ¿Qué determina el tamaño promedio de las especies, y cómo cambia su distribución en el tiempo?

Dentro de grupos concretos, por ejemplo mamíferos o moluscos, se han detectado tendencias, como la “regla de Cope”: el tamaño de las especies a lo largo de la evolución no cambia al azar: tiende a aumentar. Los individuos de las especies “hijas” tienden a ser mayores que los de las especies ancestrales de las que se derivan. El cambio, claro, no se da en una generación, sino en millones de años. Y sin embargo, la mayoría de las especies del grupo son pequeñas, no gigantes. Aunque hay mamíferos que pesan desde dos gramos hasta 100 toneladas, la mayoría de las especies, extintas y actuales, pesan alrededor de 100 gramos. ¿Cómo explicar esto?

El tamaño grande ofrece beneficios, como tener menos depredadores, pero también desventajas: se requiere más alimento y el desarrollo es más lento. En general, las especies grandes tienden a extinguirse más facilmente. Y el ambiente influye en el tamaño: en latitudes o eras más cálidas, tiende a disminuir.

Los investigadores estadunidenses Aaron Clauset y Douglas Erwin han construido un modelo matemático (publicado en Science, 18 de julio), que trata de reproducir la distribución de los tamaños de las especies de mamíferos de los últimos dos y medio millones de años. Y lo lograron, partiendo de varias suposiciones simples (que no puede haber mamíferos de menos de 2 gramos; que el tamaño tiende a aumentar —regla de Cope—, y que las especies grandes se extinguen más facilmente). Ahora, como comenta Kaustuv Roy en la misma revista (12 de septiembre), habrá que entender por qué es esa distribución de tamaños.

El problema no es sólo académico. Los humanos cazamos, pescamos o talamos a los individuos más grandes de las poblaciones naturales, y hemos causado un calentamiento global. En palabras de Roy, “una mejor comprensión de los procesos evolutivos que afectan el tamaño… es esencial para el manejo efectivo y la conservación de las especies y los ecosistemas”. Cuestión de tamaños… y de supervivencia.

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3 comentarios:

Rodrigo Solís dijo...

Muy chingón artículo. Me alegra tener un amigo científico que me ilustre en esa materia donde soy francamente una bestia.

Rodrigo Solís dijo...

Ah, y celebro que Milenio tenga en su plantilla de escritores a un científico publicando cosas interesantes.

Anónimo dijo...

Qué interesante, jaja... lástima que no le llame la atención a todo el mundo...

Por cierto, qué me dices de esta nota. Ojalá puedas publicar algo al respecto en el periódico:

http://www.voltairenet.org/article157310.html

Es de junio, pero algo debió haber sucedido, no?..

Saludos, sigue como vas...