miércoles, 2 de noviembre de 2011

La hernia darwiniana

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

Publicado en Milenio Diario, 2 de noviembre de 2011

Si es usted varón, hay una probabilidad de 27% de que padezca o haya padecido una hernia inguinal (contra sólo 3% para las mujeres). Se dice que la operación para corregirla, que es ambulatoria y se realiza bajo anestesia local, es una de las cirugías más comunes en el mundo.

Como es sabido, una hernia es la protrusión de parte del intestino delgado a través de la pared muscular del abdomen, hacia el canal inguinal. Es un padecimiento relativamente leve, pero molesto por varias razones. Se observa como un abultamiento poco estético (según su tamaño) en la zona entre la ingle y el escroto, y aunque rara vez duele, produce una sensación molesta (como un globo que se infla) al toser, estornudar, pujar o hacer esfuerzos. Muchas veces la parte salida del intestino puede regresarse a su lugar manualmente (“reducir” la hernia). Pero el verdadero riesgo es que en cualquier momento, de forma impredecible, una hernia puede “estrangularse” y dejar de recibir riego sanguíneo, lo que puede hacer que el tejido se gangrene, con lo que se convierte en una emergencia médica que pone en riesgo la vida (si usted tiene una hernia y siente dolor agudo, náuseas o vómitos, un moretón visible en la zona u otros signos de alerta, ¡vaya al hospital de inmediato!).

La palabra “hernia” proviene del griego érnos, “brote de una planta, o tumor en su superficie”. La historia de los tratamientos para curarla (ya era mencionada por gran recopilador romano `de textos médicos Aulo Cornelio Celso en el siglo I) se remonta al menos al siglo XVI, cuando algunos cirujanos-barberos descubrieron que abriendo la zona y cauterizando la pared abdominal con un hierro al rojo vivo, o vertiendo ácido (luego de reducir la hernia), se podía promover la formación de tejido cicatrizal resistente que reparaba la pared abdominal. Hoy se corrige con un método ligeramente similar: se suturan las paredes musculares y se coloca una malla plástica que es cubierta por tejido cicatrizal y refuerza la zona. (Aparte de la cirugía, no hay otro tratamiento, más allá de fajas especiales que dan cierto soporte… pero la recomendación médica sensata es operarse en cuanto sea posible si ya fue diagnosticada.)

Pero ¿qué causa las hernias? Las causas próximas son una debilidad intrínseca de la pared abdominal en esa zona, la intensa y constante presión que el contenido del abdomen ejerce sobre la pared abdominal baja –resultado de nuestra postura erguida, a diferencia de la mayoría de los mamíferos cuadrúpedos– y los esfuerzos, como levantar objetos pesados (aunque existe otro tipo de hernia que es congénita y se presenta en 5 de cada 100 recién nacidos). Pero las causas últimas de este defecto en el diseño del cuerpo humano se remontan nuestra historia evolutiva.

Nuestros antepasados de sangre fría, como peces, anfibios y reptiles, tenían testículos alojados en la cavidad abdominal (en las mujeres el órgano equivalente, los ovarios, sigue estando ahí). Pero con la aparición de los organismos de sangre caliente (homeotermos, en términos técnicos), como los mamíferos, los testículos tuvieron que salir del cuerpo para alojarse en una bolsa fuera del abdomen: el escroto. Esto se debe a que los espermatozoides no se desarrollan correctamente a la temperatura del cuerpo (de hecho, los baños testiculares de agua tibia funcionan como un método anticonceptivo muy rústico, y la ropa interior muy ajustada puede ser causa de infertilidad).

Pero la evolución no planea de forma inteligente los cambios en el diseño de los organismos: va improvisando a ciegas, y produce resultados que frecuentemente dejan mucho que desear. En los humanos, los testículos se siguen desarrollando dentro del abdomen del feto, y descienden desde lo alto de la cavidad abdominal hasta el escroto, pasando precisamente por el canal inguinal (y haciendo un gran enredo con el cordón espermático en el camino). Normalmente al nacer ambos están ya en su sitio (en un pequeño porcentaje de bebés alguno todavía no acaba de bajar, pero lo hace dentro del primer año de nacido). Es la existencia del canal inguinal lo que favorece la aparición de hernias.

Las hernias inguinales son el precio que los machos de la especie pagamos por haber evolucionado a partir de ancestros de sangre fría, y por tener una postura erguida. No me sirve de mucho consuelo mientras me aburro recuperándome de la cirugía, pero al menos es interesante saberlo.

¿Te gustó? ¡Compártelo en Twitter o Facebook!:



Para recibir La ciencia por gusto cada semana
por correo electrónico, ¡suscríbete aqui!

sciseekclaimtoken-4eb95403ac349

13 comentarios:

BoyLucas dijo...

Gracias al Facebook entiendo de donde viene la inspiración para este artículo.

Deseo que te recuperes pronto!

Antonio dijo...

Esperemos que todo siga bien. Bien aprovechada la oportunidad para divulgar otro poco.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Martin, hubieras ahondado un poco más en la cirugía, gracias. Excelente como siempre!

Martín Bonfil Olivera dijo...

Boy, lo digo a final! Pero gracias. Anónimo, no podría, no soy médico y no tengo el conocimiento para abordar el tema razonablemente (pero está padre la imagen que cambia mostrando el procedimiento quirúrgico, ¿no?)

Ribozyme dijo...

A mí lo que me intriga es por qué los mamíferos requerimos de baja temperatura para la producción de espermatozoides, en forma de testículos externos (alguien postulaba que la exagerada sensibilidad de los mismos al dolor fue seleccionada por la evolución para que sus portadores tengamos particular cuidado al proteger órganos tan importantes para la reproducción, que por su posición tan especial están más expuestos a daño que otras vísceras), mientras que las aves (y probablemente los dinosaurios) no, que siguen manteniendo a los testículos dentro de la cavidad abdominal.

Concepción dijo...

Martín,
por fin entendí en qué consiste una hernia. Coincido con Antonio, no hay mejor manera de usar el tiempo de convalecencia, que divulgar un fenómeno desde una perspectiva tan personal. Cuídate y recupérate pronto. Las ilustraciones explica muy bien el procedimiento.

Hasta pronto
C.

José María Hdz dijo...

Muy buena entrada. Interesante ver los problemas de la evolución y lo explicaste muy bien. Espero que estes bien Martin y pronto salgas de esto. Saludos!

Luis Martin Baltazar Ochoa dijo...

Animo, Tocayo!
Lo que si es que, por mas ambulatoria y comun que digan los medicos que es esta operacion, cuando ve venir el cuchillo directo a esa parte tan querida... eejem, pues hasta el mas bravo suda.
¿cuanto es lo que tienes que convalecer en tu casa?

De nuevo, animo y que te recuperes

jack dijo...

Excelente inserto y
Buen ejemplo de una configuración anatomica vestigial y de un Exaptación (tomando el termino que dira a conocer Stephen jay gould).

jack dijo...

Excelente inserto y
Buen ejemplo de una configuración anatomica vestigial y de un Exaptación (tomando el termino que dira a conocer Stephen jay gould).

Martín Bonfil Olivera dijo...

Gracias a todos, nunca me especificaron el tiempo de reposo pero ya estoy sintiéndome muy requetebién y he salido 3 veces (una cada día) sin mucha molestia. No tuve nada de dolor y mañana tengo cita para que me quiten los puntos. Espero pronto poder volver a manejar y regresar a mi vida normal. ¡Saludos!

Salvador dijo...

Gracias por la ilustrada del dia, un saludo desde Merida y deseando que te restablezcas pronto, reposo y a caminar, que eso ayuda a que el dolor pase mas pronto.

Saludos

Luis Martin Batazar Ochoa dijo...

"Las hernias inguinales son el precio que los machos de la especie pagamos por haber evolucionado a partir de ancestros de sangre fría, y por tener una postura erguida..." ese es un tema muy interesante.

La nuestra, una especie muy adaptada a lo arboricola, con manos y pies prensiles y cuerpo, digamos, "agazapado" para saltar entre ramas... adaptandose al piso plano, a tratar de ser mas eficiente en la carrera, y sobre todo, liberar las manos para usarlas con ventaja frente a otras especies... ¿que otros precios hemos debido pagar por nuestros cambios (no solo de postura)?

Yo de botepronto, percibo el primero de lso cambios y muy importante, en nuestra digestion: siendo arboricolas, la ingestion es continua, rica en fibra y por ello la defecacion (sorry por los que estran comiendo). al bajar al ras de suelo, se cambio de cuasi vegetariano a cuasi carnivoro. Y su manera de comer: atracones tremendos de lo cazado (antes de que se echea perder por el calor), muchisima carne y con espacios prolongados de ayuno (no se cazaba todos lso dias). Ese cambio de manera de comer, creo yo, todavia nos esta cobrando factura.

¿Que otros precios estaremos pagando, en nuestro cambio evolutivo? y somos los unicos? a la distancia lso demas animales parecen tan perfectamente adaptados...
En fin, sabroso el tema.